(o La lucha eterna /de los complementos/ )
Armónico Melódico
Razono, desde que ha sido impuesto El ruido que genero con
está razón desquiciada mi suspiro y mi deseo
de un pensamiento aquella rabia hirviendo
(sobre mí) que no calla que estalla (programada
-comparto la claridad en un delirio) nocturno
ambigua de las palabras hundido en lo insondable
Humana luz Ningún misterio. ahora.
has develado, la victoria ninguna causa, ni destino
de todas las ciencias ninguna cifra has calculado
exactas, las cuentas ningún signo será
nuestra única verdad posible más que equívoco
El sol de los todos días Luna de mi signo
¿que han pasado de aquellas dudas? mi futuro es solo agua
es mi pasado, iluminado caída de noche, despierto
he sido uno, con el resplandor de lo real en sueños
Navegante temerario Tras las sábanas
hemos postergado el telón dispuesto
el mito esta ciudad es todo
por ecuaciones y experimentos drama. muerte y Renacimiento
Domestica Con esta metáfisica sangre
aquella indomable bestia y la angustia de lo vivo
educa te veré en el rito
los sentidos. Sólo siendo unidos los opuestos
La razón nos hará De aquello oscuro
libres, aunque su sentido anudado a lo divíno
sea doble, sea la puerta entrada y su propio
callejón de salida del absurdo, todo aquí
sentido acabado es ventana y precipicio.