Peregrinaje a Esquipulas
El peregrino rendido y cansado
ve del camino la cuesta escabrosa.
Queda distancia y día soleado,
jornada difícil y fatigosa.
Y deteniéndose al pie de la loma
en pájaro convertirse desea
volar transformado en blanca paloma
y llegar pronto a la cercana aldea.
El tenaz caminar su fuerza agota,
más mantiene esperanza intacta y pura.
De su corazón el ánimo brota
y llega a su faz aire de frescura .
Ya Esquipulas aparece a lo lejos
ya pronto a los pies del Cristo ha de estar.
Confiará sus dudas, penas, complejos
y El sus inquietudes ha de sanar.
Cuando un alma su pesadumbre exclama
en la profunda oscuridad medrosa
el piadoso Cristo a su cruz le llama
que dirija a Él su oración piadosa.
Si a Él en sus oraciones le nombra
y un haz de fe en su corazón habita
al fiel cubre con su gigante sombra
y el pesar y el dolor del alma quita.
A su final la jornada ha llegado
el Cristo negro luce majestuoso
el penitente ora al crucificado
y El le sonríe y le mira amoroso.