andrea barbaranelli

Destino

Un preludio de Brahms que nunca tocaste para él,

un laberinto a orillas del Brenta donde se perdieron un día irrevocable de 1959,

un tren fragoso que por veinte años siguió llevándolo lejos de ti

en cada una de las noches en que pueden desmenuzarse treinta años,

tus últimos ojos cuando doblaste la esquina la última vez que te vio,

tu mano que siguió rozando la suya aun cuando se hubo vuelto indescifrable,

la madurez a deshora que plasma el pasado haciéndolo aún más inevitable

en el juego azaroso de posibilidades abstractas

sobre el tablero de ajedrez de las malas jugadas,

su nostalgia de antaño en la ironía involuntaria de un tango

escuchado a orillas del Río de la Plata: todo esto

y algo más llegó a ser su destino por algún desacierto

en la disposición inicial de las piezas.

 

 

El Brenta es un río de Italia