Cada noche conjuro
fantasma en mi escritorio,
les sirvo cerveza
y les aliño el hachís con tabaco
para que prendan.
Se ríen de mí porque no puedo besarte
y me cuentan las otras vidas de nadie
que no elegí como mías.
No es un juego,
hay algo que por dentro me obliga a recoger el infierno
y dejarlo habitable para tu sonrisa.
Cada noche que no estás
se me hace tarde entre fantasmas
y poesías.
Porque mientras tu sueñas
yo me quedo escribiendo mis pesadillas.
- Ever Ismael