Quiero ser la lágrima que derramas,
de la nube negra de tus bellos ojos/
madre bendita qué lloras y amas.
Angustiada ves tus tristes reflejos,
en el rostro del hijo cruel e ingrato/
que rompió de tu alma los espejos.
Hace pasar a tu vida un mal rato,
haz de sentir en tus brazos, el dolor/
una herida feroz, daños –maltrato-.
Es triste ver marchita la bella flor,
hoy con los pétalos hasta el süelo/
cual amargo trago que deja el amor.
Aún viviendo en constante desvelo,
esta madre te brinda su corazón/
para que halles algún día consuelo.