Y me pregunto: ¿Qué mueve el fondo del corazón de la humanidad? Conmovida, derramo mi tristeza cortada en mil hilos a un pañuelo de profundo azul y rayas de plata y lo dejo apretado junto a las raíces del árbol centenario que cobija mis días y silencios a la espera de que las palabras deshagan el nudo de dureza que las impregna.
Mis ojos como dos gotas blancas desprenden una lágrima que cae a la tierra y sobre mi azulnoche caen apagadas todas las estrellas.
20-11-2016