La palabra tiene vida y pulula por miles de océanos distantes
La palabra es la punta del iceberg, la cima inalcanzable
La palabra dice todo y nada, es un cúmulo de enigmas
La palabra es la realidad, es el sigiloso tormento
En la palabra está la poesía, melancólica y serena
En la palabra crecen las uvas del poder
En la palabra está la verdad del ser
En la palabra sucumben los cuerpos vulnerables
¡Oh palabra!, sendero agreste de alfileres punzantes
¿Qué soy digno de hacer sin tu permiso?
¿Acaso el tiempo es esclavo también de tus pasiones?
Crece conmigo, como una higuera dando a luz a sus hijos
Puntos y estrellas del rutilante rostro de la palabra
Penetran en cerebros que aún no han sido profanados
Ingresan las frases, oraciones y discursos
Se alojan y no se irán jamás de ahí