Se agarraban, se aferraban, se sujetaban.
Los dedos, entrelazados, se enroscaban anudados.
Entre ellas: el calor.
Quemaban, ardían, latían.
Se buscaban desesperadamente.
Pero el tiempo.
Se empujaban, se soltaban, se iban.
Los dedos, acalambrados, chocaban entre sí.
Entre ellas: el viento.
Empalidecían, tiritaban, entumecían.
Se buscaban desesperadamente.
Pero el tiempo.