Perdón, le fui infiel a tu recuerdo,
Con el maravilloso presente que me abraza,
Sé que juré que sin ti no podría estar cuerdo,
Pero con este amor no sé lo que me pasa.
Hay una locura que me invade mi cabeza,
Llevo años probando de su boca historias eternas,
Sé que creías que moriría por ti de tristeza,
Pero aprendí a refugiarme entre sus piernas.
Ahora en su aliento encuentro mi respiración,
En sus manos las caricias más serenas,
En su voz la paz de mi corazón
Y hasta el mismo canto de sirenas.
Perdón, fallé en mi dramática advertencia,
En esa despedida que me había destrozado,
Ya ves que tu adiós no hundió a mi existencia,
Ahora eres sólo un recuerdo que he desterrado.