Llevas el alma repleta con los sueños de esta América,
y la llevas con orgullo, tu esperanza alimenta
de que en esta tierra santa brillen la luz que tuvieron
aquellos nobles guerreros
que por infinito amor al invasor enfrentaron,
encendidos con el fuego del Tupaca y el Orcopampa.
Tienes el alma aguerrida de Bolívar y Miranda,
y la sublime armonía de Andrés Eloy Blanco,
y tus versos son las flechas
que en el pecho se clavaron,
de aquellos que en otros tiempos
nuestros pueblos mancillaron.
Es proceloso tu verso, como el grande Orinoco,
cuyas aguas le da vida a ese enhiesto pueblo hermano
en ellas sacian su sed de libertad y justicia
todos los venezolanos que aman su bella patria,
que fue la cuna del hombre que con flama libertaria
a otros pueblos enseño que América es paraiso
donde florecen radiantes como flores de araucaria,
poetas y poetisas que con versos hechos lanzas
defienden nuestros derechos de escribir como nos plazca.
Destruyeron nuestros templos y saquearon nuestras arcas,
no debemos permitir que detengan esa savia
de belleza y esplendor
que anida en nuestras almas.
Y tu, noble Raquelina, eres la princesa arauca
que hoy a resucitado con la nobleza del águila,
para lanzarce a la lucha a favor de esta causa
que es la causa de mil voces
que a nuestra estirpe ensalza,
que es el trino dulce y tierno de un jilguero en la mañana,
y es el fiero rugido del león en su montaña
conque al mundo mostraremos
que América es tan grandiosa como la gloria de Esparta.
Autor: Rafael Escobar.