Por Alberto JIMÉNEZ URE
En el hospicio
Donde, por la traición
De un imbécil como tú,
Fui confinado, sabía que
[Con persistencia]
Te preguntabas,
Presa de tribulaciones,
Cuándo [sería]
El día de tu muerte:
Por haber perjurado en mi contra
Delatándome, absurdamente,
Potencial terrorista y paramilitar
En las «Redes de Disociados»:
Dónde mi único delito ha sido cometer
[En «Grado de Continuidad y Sevicia»]
Novelas, cuentos, poemas y pensamientos.
Te habrias
Ahorrado tormentos
Mediante el hábito
De telefonear
Al Director Nacional
De Prisiones Políticas.
Hoy fui
Excarcelado y,
adivina,
Voltea,
No implores,
Intentes disculparte
O inclinar tu cerviz:
Uno de los proyectiles
De la bazuca de mi hermana,
Primera Combatiente
De los Jota Ure,
Hace tiempo que tenía,
Troquelado, tu infame nombre
Patria de las Muertes Venceremos.
Atentamente: tu ex amigo
Hasta la Victoria de Siempre.