Paulina Dix

Dueña de mis letras

 

Te aferraste a mis mentiras

y las hiciste tus verdades,

llené tu hombro de falsas lágrimas,

me diste tu regazo y en el fui tu niña,

acudiste a mi llamado

y te desvelaste para verme en paz

aunque fuese dormida,

cuidaste mis heridas

y mis alas dañadas sanaste

pero en algún momento de mi eterno sufrimiento

te cansaste, olvidaste promesas,

borraste de tu pecho todo pensamiento compasivo,

negaste haberme querido y un nuevo amor encontraste. 

 

Yo por mi lado te seguiré queriendo,

añorare momentos de antaño

en los que te tuve en mis brazos

y fui tan feliz como una gota de agua

en caída libre hacia un manantial,

te quise y te quiero como el escritor a su libro,

la ilusión de tus brazos me enseñó a mentir y no me arrepiento. 

 

Tu perdón no merezco;

aún así  seguiré vibrante esperando por ti,

al otro lado del puente,

ahora sin mentira,

ahora transparente

pero siempre lista

para dejar hasta mi ultimo suspiro por ti.

 

Seguiré esperando ansiosa

el mundo ideal

donde las Rosas se llamen ******,

los carros sean de chocolate

y las estrellas se besen a prima noche

como aquella ocasión

en que calmabas mis dolores

con un simple abrazo.

 

Paulina Dix