Cuando entro a nuestra alcoba
de sábanas de poemas
mi amor de gaviota vuela
y mi pasión tu nombre invoca.
El rocío de tus palabras me cerca
derramándome polen desde tus versos.
Tu tórrida lumbre me permea
y brota en mi piel ecos de tu fuego
al deshojar los pétalos de tus poemas.
Cuando entro a nuestra alcoba poética
hay una infinita sed de amar
como si todo vibrara
en un susurro a estrenar.