Cuerpo llevas en compañía amiga,
invisible enjalma acorazada,
perpetua sustancia que irriga
el sensitivo periplo hacia la nada.
Desnuda, bella y trasluciente,
perpetua presencia, cuerpo inerte,
presente siempre en la mente,
protagonista sólo en la muerte.
Por amor son las marcas sufridas,
que el tiempo convirtió
lo que un día fueron heridas,
dolor que nunca tanto dolió.
Núcleo del amor eterno,
guarida de los más bellos recuerdos,
equilibrio del llanto tierno,
potenciador de los alaridos cuerdos.
Símil de los ángeles,
manifiesto del aliento,
ente de finas pieles,
color natural del viento.
Manojo de niebla espesa,
sustento de nuestra sensatez,
con lágrimas húmedas se expresa
cuando rompe su mudez.