¡MIRA!
¡Mira! ¿¡ves aquella estrella!?
¿¡la que con más fuerza brilla!?
yo le pedí de chiquilla
que me hiciera como ella.
¡Me parecía tan bella!
quería tener su brillo,
y enamorar al chiquillo
que con su dulce mirada
me dejaba ensimismada
colgada de su flequillo.
Con el pasar de los años
de la estrella me olvidé,
y al cielo jamás miré
para evitar desengaños.
Y fui subiendo peldaños
y construyendo mi vida,
hoy que me siento perdida
he vuelto a mirar al cielo,
buscando en él mi consuelo
para no verme rendida.