Lucías hermosa en aquel día tarde de primavera, hacías que mi corazón por ti muriera, entre pláticas y risas la confianza surgía.
En ese momento nada existía sólo nosotros tan cerca de uno al otro, hasta que de pronto tome esa mano fría, sudorosa y la mire a sus ojos.
Note rojizas sus mejillas como una ceresa arriba del pastel, todo paro en ese momento. Sólo el viento mostraba ese bello sonar.
Oye tomaste mi mano! . No supe que decir mi boca quedó muda y pensé: \"Hermosa mujer ruda\", entonces solté la mano de inmediato.
Después de un rato ella ya no sabía cómo insinuar para tomarme la mano, no le hacía caso, su rostro se mostró inquieto, su suave mano tomó la mía😆.
Oye tomaste mi mano! Ella sonrió y cerró sus ojitos .