Te miro y te amo, así tan impetuoso y callado…
Me miras y eres enorme sol de anhelos.
Te miro y eres la cara del desconsuelo.
Te miro y me miras y eres sombra áspera de celos.
Y bajo tu mirada te estoy amando ahora,
Ahora, cuando la noche entra en agonía
Y la aurora sea refugio de fuegos y caricias.
Entonces los celos serán sangre de carne herida.
En silencio postrero soy deseo y soy fuego
Y tallado a fuego tu nombre en mi corazón.
Te amo. Bebo de ti dulce licor de apegos.
Es la aurora, tus celos saben a tabaco y a ron.
Acá me tienes, entera total y tuya…
Mira mi boca, tiene la forma de tus besos.
Imploro que tus celos al amor no destruya.
Acá me tienes, en el momento supremo
Mi cuerpo desgrana miel para ti libar
Y tus celos son amargos ecos del infierno.
Acá me tienes, y ya empieza a amanecer
Saborea todos los besos de los embrujos
Quiero amarte y no con tus celos fenecer.
Esta vida mía es febril arteria dibujada
Con delgados diseños hecho a tu antojo,
A tu manera, como manejable tela delgada,
Entretejido de celos, carne y secos rastrojos.
Me miras y te miro y ya no escucho tu voz
¡No eres tú! ¡No¡ ¡No! ¡No eres el hombre que amo!
¡Ni siquiera yo, soy yo…!!
¡Somos sombra de un extraño entramado!
¡Tus celos, fruto infecto de una noche de hotel!
Veneno que he bebido en horas engañosas
Dio aletazos de muerte a mis días que no han de volver
¡Oh cielos! Renaceré como la rosa, que vuelve a florecer!
nelly h
22/11/16
Argentina