Yo me despedí y recibes en tus labios el beso de adiós,
Te pregunto cuál es el sabor de un error
Pero te desvaneces entre la consecuencia
Que corre en mis mejillas vulnerables,
Se corrompe el cielo y suelo se pierde en mis pies,
Cómo siento perderme desde aquel segundo que fuiste ajeno.
Arde un beso desesperado,
Pobre decadente abandonado
No puede vivir con tanto oxígeno
Desde que no estás, tu porción lo ahoga.
Bárbara Barrientos