Bebí en los manantiales con ardor,
de rojos besos, en ardiente fuego,
orgía, donde yo perdí mi ego,
y todo entre nosotros fue amor... amor...
de ese mal entendido amor de fuego.
Vibran las paradójicas escorias
¡dormida desnudez de la inocencia!
sin esbozar ninguna consecuencia
me fui en busca de nuevas victorias,
para descubrir nuevas experiencias.
Esos amores que fueron pasiones,
con despiadada flecha envenenada,
!esa que por Cupido fue creada¡
me mato mis ensueños e ilusiones,
mas era la estocada ya esperada.
Hugo Blair M.
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