Estoy a punto de cumplir sesenta años,
pero no soy como un escoba que deba desecharse,
no importa que en mi cuerpo hallan llegado los daños,
como una escoba vieja, aun, puede usarse.
Aun puedo arrastrar esa basura
y ser útil en las manos de mi dueño,
por que aunque vieja escoba,
aun mi fibra es dura.
Autor: Bernardo Arzate Benitez.