En las olas de sus pensamientos
él navegó cada día con sus palabras
polvoreo su alma de estrellas
y con pasión subyugó sus sentidos.
Rezumar su enamoramiento por él fue fácil
la médula de su amor le había tocado
en la alborada de su encanto anhelante
por elección preferirse atrapada
por decisión elegirse enamorada.
Y es que ahora yo pensando…
quién puede resistirse a tanto
para qué cohibirse de sus encantos
para qué librarse de amarlo...
Seguro me estás leyendo...
y con tu pícara sonrisa preguntando
por qué narra en tercera persona
porqué después de amarme tanto.
En primera persona lo cuento
si con un beso vienes a explicarme
dónde se nos quedó tanto y todo
dónde y cuándo lo saldamos.