El perro canta encerrado ,
con voz de niña en la jaula:
Te quiero más que la vida.
La mujer con voz de hombre grita:
Juro que me vengo.
Son las mismas personas,
las mismas historias,
desde Homero.
Carne de humanidad,
que vive entre el desconsuelo y el delito.
¿ Por qué preocuparse por ellos?
Que siga la humanidad,
avanzando con pasos de asnos.
Que suenen trágicas las campanas
y los rebuznos.
!Que se abran las jaulas del mundo!
y se escuche un gran chillido,
hasta que se lo trague las olas.
Lavemos nuestra conciencia
en la pila bautismal,
hasta encontrar la paz y el bien.
Hay un Dios cómplice
en nuestros delitos más sangrientos
que nos da consuelo.
Paz y bien.
Paz y bien.
Paz y bien.
Hazlo saber,
irritando a una de las partes,
y a la otra también.
Seamos justos y totalitarios.
Paz y bien.
Angelilo de Uixó.