Los cristales de su vestido habían sonado,
y yo nunca la había visto tan perfecta ni ella me había visto tan asombrado,
abrí mi boca y gire mis ojos por todos lados
como intentando evadir el brillo que infundía su dulce mirada,
asentí con la cabeza y me dije ¿De verdad la merezco?
No supe que era real hasta que bese sus labios
y no supe como sentirme hasta que la vi feliz.
Y ella salio con la enorme sonrisa que la caracteriza
con esa enorme emoción que reparte con cada latido de su corazón.
Ella es sin duda la mujer mas perfecta pensé,
alguien como ella no habría jamás en la vida,
lástima otra vez pensé porque solo fue un sueño de verdad jamás la vería.