Era uno más entre tantos
que vagaba muriendo cada día
con su alma consumida en llanto
que en las sombras se escondía
En la noche del camino incierto
bajo el signo inefable de la luna
vagaba con el corazón desierto
sin cariño, amigos ni fortuna
Un viento amigo le sopló al oído
que aquella noche a buscarle iría
hizo la maleta esperando el aullido
de aquel amigo fiel que se lo llevaría