Me pregunto si soy la única persona en el mundo a la que le desagrada el olor del café, de la marihuana, del licor, de la comida recién hecha y de cualquier cosa que sea adictiva.
Me pregunto si soy la única persona en el mundo que se pregunta si los demás se pregutan para que tanto esfuerzo, para que la puntualidad y la abstinencia, para que hacer lo correcto si al final el sufrimiento no es compartido.
Compartes regalos, triunfos, viajes, buenas noticias pero ¿acaso alguien siente tu dolor? no puedes compartir dolores ni lágrimas ni tormentos.
La vida no es más que estar prisionero en un pedazo de carne que se descompone lentamente.
Soñar, fantasear, desear cosas que otros consiguieron es más parecido a tomar un baño de envidia enjabonado con mucha decepción.
Tener esperanza es comer de un plato que aún no existe, sasonado con el sinsabor de reconocer el hecho de que no puedes conseguir lo que quieres cuando quieres.
Paulina Dix