Si no puedo ser el viento
Que juega con tu cabello.
Si no puedo ser el sol
Que da calor a tu día.
Si no puedo ser la luna
Que baila en tu recámara
Si no puedo ser tu almohada
A quien le cuentas tus sueños.
Déjame ser el fantasma en tu recámara
No soy dueño de tus pensamientos
Menos de tu mirada
Soy ajeno a tu voz
Ajeno a tu sonrisa
No siento tu piel
Tu piel canela
Tu piel de ángel
Esa piel que me enloquece
Tu respiración
Que corre entre mis venas
Tu respiración
Es dueña de mis pensamientos