Araceli Vellber

No necesito.

No necesito oír un te quiero,

todos los días,

necesito que muerdas la boca,

necesito mi piel tatuada en tus labios,

que desaparezca la poca ropa,

sacar mi corazón a pasear, sin cadena

y que te subas a un sueño

y ya elegiremos la estación de parada.

Porque es tan difícil vivir,

entre tanta muerte, para tan poca vida

tanto beso y tan pocas bocas

tanta lágrima, tanto pañuelo sin dueño,

que a veces pienso

que tanto que me amas

y tampoco que me necesitas.