Roberto V

Amantes en su nido

 

No amaina esta locura, noche que

se alarga, entre caricias y besos.

Desafiantes tus caderas, resisten

las embestidas, el oleaje que llega

encorajinado desde mi centro

 

Amantes en su nido, susurrando

en la noche, más que gemidos,

trinos de un amor contenido que

se ha liberado, cubriendo en su

vuelo todas tus calas sendas y valles