¡Que maravilloso!
es un beso robado, de
dos que se aman y que
se han peleado, que llega
y te sorprende sin decirte
nada, te estrecha en sus
brazos, te besa y te besa
hasta que el aliento te lo
va cortando y en grito
ináudible y un suave
murmullo te dice:
¡ Te quiero! ¡Te quiero!