Aparece tan nítido y claro,
el trazo de tu cadera ausente;
placer virtual que gozo sin reparo,
al verte cada noche fijamente.
Anhelo la presencia de tu cuerpo
y pierdo la razón al contemplarte.
¡Me llenas de pasión sin el encuentro!
¿Se puede no tenerte y amarte?
Yo seguiré con mi amor ficticio
mientras tú en tu foto te resguardas.
A ti qué te importa ¡Es mi vicio!
Quieta en la pantalla tú no mandas.
Seré fiel a tu retrato inerte,
aunque tú en tus redes lo compartas,
aunque tal vez yo ni te interese,
aunque de mi amor no te percatas.