Te quedaras hoy a mi lado,
Y estarás siempre presente,
Me dirás, las dulces cosas que tanto amo,
Y besarás de forma tierna, el ocaso de mi frente.
Contigo, mi vida es más que un sueño,
Llena de risas, de besos y también de algún lamento,
Es, y ha sido una vida plena, de la cual he sido dueño,
Y en mis labios, leerás palabras pétreas,
De mi amor por ti, como eterno juramento.
Te veo frente a mí, y también muy a mi lado,
Y me pregunto muchas cosas…
Si tus besos me durarían por mil años,
Y si acaso tus caricias,
Me abrazarían, como pétalos de rosas,
Me pregunto,
Si seguirás, siendo el agua de mi propia Luna,
Y también el Sol, bajo mis pasos en la tierra,
Si serás aún en la rauda agonía,
El dulce aliento que reclama esta vida,
Abrigándola entre tu pecho, y también, en esta alma mía.
Estando contigo,
El aroma a flores, se ha vuelto rocío de mañanitas,
Y la lluvia de la tarde,
Ha acariciado con suavidad, el trasluz de tu cabello;
Estando contigo,
El silencio es música entre las aves, y un fugaz revuelo,
Y la noche es un cántico del cielo,
Cobijando entre tu pecho y mi frente,
Un poco, de mi viejo, y mágico sueño.
Estando contigo,
No me faltan las palabras,
Para decirte entre mis sueños,
Y también entre mis rezos,
Lo mucho que te quiero,
Lo mucho que te espero;
Estando contigo,
El tiempo es un silencio,
Aliado de mí sueño,
Sereno de mi Amor,
Al buscarte entre mi cielo,
Entre dos pocas palabras,
Y un poco de mi ruego.
Estando contigo…
Hasta el silencio me hereda el recuerdo,
Del Amor que tú me diste,
y de tu pecho, el abrigo.