Soy el río que se va aproximando
al recodo que tuerce la selva
y serpentea de puro gusto
por donde las sombras enseñoreadas
viven su reinado vegetal.
Selva tupida, llena de vida
que se puebla de cantos sonoros
de pájaros, guacamayas y loros
aves de un abanico multicolor
brindando matices y resplandor.
Y sigo mi curso ondulante y suave
con mi rumor vibrante y quedo
porque así es mi gusto al desplazarme
ambientes que se inclinan a mi paso
con nostalgia al verme alejar.
Se notan sus ganas de seguirme, siempre.
Voy navegando y serpenteando,
voy remontando y murmurando
llevo conmigo acompañantes
que nunca dejo y sigo adelante.