No tengo a quien pedir permiso
Para expresar mis pensamientos.
Nací libre, como mis padres y mis hijos
Y soy libre para volar a donde me lleve el viento.
Ya mis antepasados pelearon
Para conseguir liberarse de cruel tormento.
Entregaron sus vidas, su sangre y aliento
Para conseguir libertad para sus sueños.
Sueños de libertad, de poder al fin
Ser de sus actos sus propios dueños.
Para poder amar sin restricciones,
Y poder en libertad, volar hacia el cielo.
Por eso seguiré escribiendo,
Lo que me digan mis sentimientos.
Haciendo caso omiso a todos aquellos,
Que se crean de la verdad, los únicos dueños.
Ya no tenemos cadenas señores,
Y nadie puede enmarcar nuestros pensamientos.
Y si quieren ser esclavos, pues allá ellos,
Pues para mi, todo lo que los esclavos digan
Sobre como deben llevarse las cadenas
Y sobre como debo escribir, lo que yo pienso,
La verdad verdadera, me importa un reverendo bledo.