La negación casi siempre acierta,
no requiere mucho del pensamiento,
se olvida siempre de decir, lo siento,
y hace de la letra viva, letra muerta.
Ayer dimos o recibimos un beso,
hoy carecemos de aquellas caricias,
hemos olvidado de los amores las delícias,
y buscamos desde la nada aquel embeleso.
!Ay!Cuanto echo de menos el acierto,
después de la terrible duda,
y del temor a perderte.
Tengo siempre el corazón abierto,
a la verdad ruda,
de no ser querido y no dejar de quererte.