Te espero dónde nos prometimos el cielo,
donde el agua corre sin prisa,
donde el lobo juega a ser feroz,
donde comienza el mar y termina la tierra,
donde las gaviotas vuelan a toda libertad.
Te espero en aquella colina donde el sol brilla
y las estrellas le hacen el amor a la luna.
Donde cae el ocaso y el alba se levanta
en cada amanecer.
Donde la vida y más allá de la vida
se encuentra el sueño y el latir de ese lado izquierdo.