Barro auténtico, bardo americano,
de tu cítara escucho las canciones
y al ritmo libertario de sus sones
los pueblos luchan y se dan la mano.
Poeta felicísimo y humano,
viviste conquistando corazones;
en cambio, militares espadones
masacraron tu patria y tus hermanos.
Tu lira poderosa levantaste
contra la explotación del hombre pobre
y la poesía así dignificaste.
Te recuerda Isla Negra, el mar salobre
y aquellos seres a quien tanto amaste:
rudos obreros de salitre y cobre.