RobertoFerreira

En camino

Ya son las doce

después no habrá mas nada.

La hora cero

vacía como un cero.

El corazón atormentado

                magullado

no encuentra salida

de ese ocho infinito

y el veneno urge.

 

Espeso el humo de la soledad!  

 

Envuelto en los vapores

de tus besos prolongados,

los míos, chatos y aplastados

alejándose de la vida.

El vino que no tomamos juntos;

las letras que no están escritas.