En Mayo te busqué fermosa,
huida de labio...
y de natural vencida,
entre lagos...
desnudados de caricia,
entre campos...
bendecidos de amapola,
tiempo crecido...
en su pasión doliente,
desnudas espinas...
en su desesperada boca,
mil rosas...
apenas laten en su congoja,
entre argáricos versos...
de imperiosa herida,
valles desnudos
de olvidado celo,
en el Trastévere ingrato...
de su desubicada hora.