Se despertó y aun somnolienta se sintió rara. Le resultaba raro que hoy tuviera el día exclusivamente dedicado a ella. No estaba acostumbrada a ello y aunque deseaba tener un día así, no por ello dejaba de causarle cierto disconfor. El desvincularse de todas las obligaciones y rutinas establecidas, pese a que era lo que deseaba, no la hacía sentirse cómoda. No había dejado cabos sueltos, los recados los había solucionado todos el día anterior, y las visitas familiares habían sido aplazadas para mañana, no había tenido que dar mayores explicaciones, pues fue comprendida de sobra…
Se había despertado tarde, muy tarde…no tenía planes y se encontraba como una reina en su casa…sola, silencio…cuanto deseaba ese silencio. El no oír ni una sola voz era una verdadera terapia…el escuchar a la semana cientos de almas, con problemas de todo tipo, sin poder en la mayoría de los casos solucionarlos…la desgastaba, y solo ella sabia cuanto. Eso que tanto se suele decir de evadirse, a una isla desierta, sin nada...ser “una” Robinson Crusoe, solo con lo mínimo para subsistir, la seducía gratamente y más de una vez había pensado en ello, ¡¡¡como si pudiera ser posible!!!... y aunque no se encontraba entre sus preferidas, le gustaba la esencia de esa novela: “la inteligencia es la capacidad para adaptarse a situaciones nuevas”….aunque ella confiaba más en otras cualidades como la voluntad y la constancia que podían llegar a potenciar a la susodicha inteligencia aun cuando de ésta no se anduviera muy sobrada.
Empezaría por un buen aseo…fundamental para ella….un buen baño siempre arrastraba las malas vibraciones y los negativismos por el desagüe…y luego un buen perfume o colonia…la estela que dejan parece que te envuelve en otra atmósfera no real…o eso le gustaba pensar….por supuesto antes de nada un buen cepillado de dientes….le encantaba ese frescor que quedaba en la boca…y por supuesto su pijama…le entusiasmaba andar en pijama, cómodo y holgado por casa….
El primer paso estaba dado…y ahora ¿qué?....se negaba a planificar nada…y menos en un día así….lo que fuera surgiendo…escribir, acabar de leer los dos libros que tenia sobre la mesilla de noche,….comer cualquier cosa, y por supuesto alguna chuchería que por casa tendría…Hummm, chocolate, que rico! y si era viendo una de esas películas con las que se emocionaba y no paraba de llorar, mejor que mejor…
O escuchar la radio que era su fiel compañera mientras hacia alguna tarea que no requiriera una gran atención. Le encantaban los debates…y casi siempre dependiendo de los participantes se podía recoger algo, aunque no se estuviera de acuerdo con lo que se decía…Hace días había escuchado de uno de los contertulios “ un hombre enamorado es el mejor espejo de una mujer”…y la verdad es que le gustó la frasecilla porque le pareció certera…pero pensó que cambiando el orden de los sexos también igualmente lo era..al parecer era una frase de estas celebres que había dicho alguien importante, a las que no solía hacer mucho caso, pero no había llegado a oír quien era su autor…algo la debió despistar en el momento en que lo decían.
Todo eso pensaba tumbada en su cama….¡bendita cama! para un día que podía le sacaría partido. Le gustaba reposar en ella y no pensar en nada…o en lo que fuera surgiendo espontáneamente. No le importaría que lloviera y así escuchar el golpeteo de la lluvia en los cristales, mientras ella permanecía arropada y calentita entre sus mullidas mantas. Con frecuencia abría las cortinas para así desde su cama ver el cielo cubierto de nubes…ese cielo gris perlado, y la lluvia golpeando…
Al cambiar de postura, con el relajo del descanso, se giro y entonces lo vio….el maldito despertador marcando la hora….¡ Bueno, bueno, lo rápido que pasa la mañana!!!!....y así sin pensar, sonrió, y de mala gana de levantó….