Cuando deje de dolerme tu dolor
Sabré que mis raíces se han desterrado
Que mi alma vaga sola y muda
Y que ya no me hermana nada con los humanos
Cuando la pobreza deje de indignarme
Y la injusticia deje de enojarme
Sabré que he muerto y nada de mi queda
Sólo el humeante recuerdo de un ser que no seré más
Cuando el hambre y la miseria me sean indiferentes
Y cuando al resonar de las campanas de la victoria inmerecida
Deje de estremecerse mi alma pensando en un mañana
Entonces, sólo cenizas quedarán de una voz que quiso hablar
Si ya no me hace temblar el miedo por el presente
Si ya no ansío el anhelo del futuro
Y si el pasado ya no me interpela
Prefiero morir viviendo que vivir en la quietud alienante
Porque soy una con el resto y con los demás camino
Su andar es mi ritmo y su historia mi morada
Porque no me entiendo si no es en compañía
Mi existencia reclama la sed de lo humano
Soy por que otros son y porque otros me han nombrado
Mi historia se escribe con letras de otros
Y mi voz se deja escuchar en el eco de otras voces
Sola no, sola nunca; si soy sola un día, no soy