Hoy se despertó tu recuerdo. Un instante tan lejano, pero tan doloroso porque sé que no volverás. Mis pensamientos se empaparon con la tempestad de la memoria, mi presente se ahogó en la ardiente y desgarradora tristeza de saberte un recuerdo y no más que eso. Te has ido y la vida me condena a seguir viviendo, sin ti. Mi alma se rompe porque te añoro, desesperadamente, te añoro. Siento sobre mi cuerpo el tiempo que he pasado en tu ausencia y el reloj aletea cada vez con más fuerza, como una mariposa con un ala rota intentando desesperadamente poder volar en libertad.