Solo miro a tus ojos
y pido que te quedes
que no laves tu cara
ni mojes tus manos con el viento
la calle puede esperar ver tu rostro
yo no puedo esperar besarte.
Quédate, sencilla
como lo cotidiano de tus manos
como la penetrante mirada
que prometes en silencio
cobijarme entre tus besos.