Medite en el amanecer de aquel diciembre
Pensé en tus ojos marrones que despertaban pasiones,
Y mientras recordaba tu lejanía
Tu voz se poso entre mis pupilas
Rasgando cada uno de nuestros recuerdos.
Entonces al entender tu despedida,
Queme con el viento la melancolía,
Y me decidí en no volver a escribirte cartas
Para empezar a escribir mi historia,
Anotando lo que soy ahora
Y lo que fui antes de tu llegada,
Para ver si así encuentro un amor que no se base solo en las palabras,
Un amor que se fortalezca con el tiempo
Y logre tocarme el alma.