Oír al aljibe cantar.
Dedicado a la memoria de mi pobreza circular, y a las amenazas de las fuerzas vivas que me mantienen bloqueado y vigilado, en un cerco blanco donde espero la muerte.
I.
El aljibe.
He barrido el techo emocionado,
para que entrara el agua bailando.
Ha dormido seco el aljibe,
Desde el otoño pasado.
Y hoy está de fiesta cantando.
II.
Antes de oír cantar al aljibe.
Dentro del aljibe,
dormía seca mi miseria y soledad.
En la cuesta de San Antonio,
me defendía solo
cargado de agua de la fuente.
Cada mirada que me cruzaba,
era una mirada de muerte.
Angelillo de Uixó.