Te amo sin precedentes,
sin próceres ni mártires.
hoy a propósito te amo, otras veces
inconsciente y al desgaire.
Deliberadamente o por descuido
tendiendo horas, sacudiendo planes.
Ayer, por ejemplo, inoportuno
tu recuerdo me causaba otros desmanes.
Te necesito sin medirlo
y aunque planifique el olvidarte
(sería morir el no decirlo )
en revuelo acabo por nombrarte.