En mi alma se enciende un nuevo fuego
y entre besos se duermen los amantes
con brasas que se encienden y no apagan
envueltas por un sol resplandeciente
Cuantas noches séllamos con un beso
en aquel ayer cuando éramos niños
los dos prendidos en la bella llama
y en las ramas vencidas de la encina
En las frías madrugadas del invierno
con tu cuerpo junto al mío tan hermoso
con deseo incóntrolable de abrazarte
con deseo insuperable de besarte
En el albor de mi alma enamorada
con la tierra a sabor de primavera
muere mi alma chocando con la tuya
dulce esposa, mi bella enamorada