walter rafael aguero gomez

El tiempo es un verdugo...

El tiempo,

es un verdugo insaciable,

es ladrón sigiloso

que escapa con lo vivido.

El tiempo,

se vuelve un vigilante incansable;

a veces,

ignorado entre la rutina.

De repente,

descubierto

en una flor marchita,

en un rostro triste,

en un momento envuelto de alegría.

El tiempo,

se convierte en amigo fiel

de quien camina

con un rumbo claro;

se transforma en enemigo

de aquel que construye su destino con arena

a la orilla del mar.

El tiempo,

es inexistente

cuando no has aprendido a amar.

Es cierto,

pasa sin misericordia;

pero;

al estar contigo

se desaparece con el espacio.

Es muy cruel;

sin embargo,

me burlo de él

disfrutando los detalles.

Cuando me fundo en tus brazos,

recuerdo

que envejece el vehículo;

mientras el pasajero

va creciendo en mi interior.

El amor 

me da el rumbo,

suelto las memorias paralizantes...