Cuando
Cuando hayas decidido irte muy lejos
cansada y hastiada de mis excesos
y seas solo sombra en los espejos,
mándame en el viento tus dulces besos.
Cuando esté abatido y entristecido
y sea mi vida solo agonía
vagando en el jardín desflorecido
manda con la lluvia tu compañía.
Cuando la triste noche entre en función
y se haya adornado con las estrellas
mándame la silenciosa oración
que le lleve el consuelo a mis querellas.
Cuando al reposo me mande El Señor
y ya sea todo solo una historia,
manda una fresca y colorida flor
como signo de paz a mi memoria.