Tú, alpargatas con bigotes;
yo, zapatos de becerro.
Vistes ropa de trabajo,
yo, un ambo a la moda.
Tu salario sólo alcanza
para darte una comida,
y pensar que yo derrocho
porque tengo para más.
Ven, hagamos un reparto
de justicia.
Ven, entremos a la tienda
y elige lo mejor,
y después nos sentaremos
a comernos un manjar;
y en el brindis te prometo igualdad, fraternidad.