Él, presume ser libre como el viento
pero la verdad es que hace tiempo
guarda prisión perpetua en mis pensamientos.
Cavilando contigo en trémulos deseos
por el carmín de mis presurosos anhelos
yo te llevo todo el tiempo, mi conforme prisionero.
De noche mientras duermo, en mis sueños te libero
usted como buen prisionero, con pasión cumple condena
desbordando su tibio arroyo por mi cauce de deseos.
El olvido es mi libertad, consciente debo estar
y si pensarte me hace también tu prisionera
no deseo mi libertad, no te quiero olvidar.
¡Sí! Le gusta ser mi prisionero...
en la sonrisa de su mirada, cada noche bien lo veo
dígame usted caballero, ¿Seguimos en sueños?
¿O nos amamos bien despiertos?...